El cierre de las fronteras, la cancelación de vuelos y por ende, el freno del turismo, ha afectado directamente la conservación de la biodiversidad. Los animales silvestres están en peligro, ya que gran parte de la conservación de la vida silvestre en África oriental, y Kenia en particular, se financia con ingresos del turismo. La industria turística emplea a millones de personas y sustenta un sistema simbiótico entre vida silvestre y humanos.

Por ello, el ecoturismo es muy importante para la economía y la conservación de los países africanos. Cada año, el turismo de safari genera millones de dólares para la economía de Kenia, y estos ingresos son los que han permitido crear áreas protegidas. Estas incluyen una gran cantidad de vida silvestre administradas por la comunidad y han asegurado que el hábitat de vida silvestre que antes no estaba protegido se convierta en un hogar seguro para la megafauna clásica de Kenia.

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jirafa

En casi todas las áreas con conservación, las poblaciones de vida silvestre están aumentando, mientras que las familias locales generalmente reciben un ingreso mensual fijo a través de las tarifas que se pagan para arrendar la tierra. Por ende, el dinero de los turistas genera miles de puestos de trabajo y provee financiación para la conservación, y con ello se paga el salario de los guardabosques que protegen los animales de la caza ilegal.

Ahora, el cierre de la pandemia representa una amenaza existencial para el modelo de conservación de Kenia. Si no hay turistas, las zonas de conservación no pueden generar dinero. La mayoría de los trabajadores de las 167 conservaciones comunitarias de Kenia están en licencia y los pagos a casi 1 millón de accionistas se han reducido o suspendido por completo.

24 millones de empleos están en riesgo, por lo tanto, la gente se ve forzada a encontrar otras maneras para conseguir ingresos, como por ejemplo a través del pastoreo o la caza furtiva. La ausencia de personas en los parques, tanto de turistas como guardaparques, incentiva a los cazadores furtivos y traficantes a ingresar debido a las reducidas patrullas.

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Safari observando a una manada de ñues

"Treinta años de arduo trabajo en la construcción de este ecosistema se está deshaciendo", dijo Dickson Kaelo, director ejecutivo de la Asociación de Conservación de la Vida Silvestre de Kenia. “El turismo se ha ido por ahora y no se recuperará rápidamente. Me temo que esto podría ser la desaparición de las zonas de conservación como las conocemos ".

Con vuelos limitados y viajeros preocupados por la calidad de la atención médica disponible, podrían pasar años antes de que las reservas naturales vuelvan a la normalidad. "En este momento, estamos en modo de supervivencia", dijo Jimi Kariuki, presidente de la Junta de Turismo de Kenia y director ejecutivo de una de las cadenas de hoteles más elegantes del país. "Ni siquiera hablemos de recuperación todavía".

Se urge la necesidad de cambiar y remodelar el sistema de la economía del turismo para que los animales y las personas estén protegidas. Por ende, se sugiere dejar de depender de los turistas y de las donaciones para apoyar la vida silvestre. Existe el temor a perder todo el esfuerzo que se ha llevado a cabo en los últimos años para la conservación y la lucha contra la caza furtiva.

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FUENTES:

Aljazeera

SIERRA

Independent