Desde casa, simple y pequeño, podemos hacer mucho más de lo que creemos. Gestos pequeños pueden hacer la diferencia, solo hace falta la voluntad de querer hacerlo. Pero una vez que tomamos ese impulso, ¡sale solo! 

Por ejemplo, hay muchos de nosotros que llenan bolsas de residuos una tras otra sin tomar conciencia que en el cesto de afuera de casa no termina su recorrido, no desaparece. La mayoría termina en grandes vertederos, contaminando el aire, el agua, el suelo, y siendo un gran foco de enfermedades. 

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Pero si miramos este problema en su raíz, hay que volver a casa y escribirnos las tres "R" de reducir, reciclar y reutilizar, para pegar en la heladera y acordarnos de lo importante. 

Ellas son la clave para generar menos residuos. Pero cuando ni reducir ni reutilizar son posibles, y se genera un residuo no siempre es fácil el reciclado de sus materiales. ¿Cuáles son los materiales más difíciles de reciclar? Éstos son los primeros en la lista elaborada por el Gremi de Recuperación de Catalunya (España). 

1. Bolsas plásticas

Aunque cada año se producen alrededor de 300 millones de toneladas métricas de plástico, la tasa mundial de su reciclado llega al 25%. Una bolsa plástica, algo que todavía es cotidiano es muchos lugares del mundo, puede vivir alrededor de 500 años en el ambiente y luego convertirse en pequeños fragmentos de plástico que pueden confundir los animales con alimento y enfermar.

No es nada difícil, e incluso es más práctico, llevar bolsas de tela al mercado y así evitar su uso. Porque después, si terminan como desecho y se las quiere reciclar, pueden atascarse en las máquinas y generar problemas.

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2. Pañales descartables

El problema de los pañales descartables es que están hechos con distintos tipos de plástico y, además, al desecharse tienen también residuos orgánicos de los desechos del bebé que los usó. A fines de octubre se inauguró en Italia la primera planta industrial de reciclaje de pañales del mundo que podría ayudar mucho, pero tú también puedes ayudar desde tu lugar escogiendo otras opciones como los pañales de tela, o bien alternando su uso. Lo mismo aplica para las toallitas femeninas.

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3. Envases de plástico

Algunos envases, como los de algunos jugos, están hechos de diferentes materiales que son difíciles de separar y, por eso también reciclar.  

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¡Recuerda las 3 "R"!

Como decíamos, Reducir, Reutilizar y Reciclar son las claves para generar menos residuos. ¿Pero qué significa cada una?

Reducir

Lo primero en que tenemos que prestar más atención es en el momento anterior a ya tener el residuo en nuestras manos. La próxima vez, en lugar de comprar algo sin pensar, tómate un momento para chequear si realmente lo precisas; si no hay otro producto que use menos envase o uno que no sea de plástico, por ejemplo; si está hecho de materiales que puedan degradarse; si es tóxico; además de otras cosas como quién y cómo se produjo.

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Reutilizar

Hay cosas que no es necesario tirar; todavía pueden arreglarse o usarse para otra cosa. La clave está en la creatividad. Por ejemplo, un frasco de mermelada puede servirte para guardar unas galletas.

Reciclar

Reciclar es  transformar en materia prima los materiales de un producto para fabricar uno nuevo, ya sea o no igual al anterior. Si bien reciclar implica consumo energético y el proceso a menudo también produce subproductos no deseados, es posible reciclar materiales como el papeles y cartones, vidrio, metales, aluminio, madera, plásticos (que llevan los números 1, 2 y 4).

Si aprendemos a separar los residuos con estos materiales, y llevarlos limpios y secos a los centros de reciclado más cercanos, ya estamos haciendo mucho. También, separando los residuos orgánicos como restos de comida para poder hacer abono para nuestras plantas estaremos ayudando a disminuir la cantidad de basura que tiramos.

Y la última R: ¡Recuérdalas siempre!