La caza y la pérdida de ambientes provocaron que el yaguareté pierda más del 95% de su área de distribución en Argentina y que hoy sobrevivan apenas entre 200 y 250 yaguaretés en el país. En el Chaco Argentino la situación es particularmente crítica: se especula que quedan menos de 15, y en Paraguay está ocurriendo el mismo proceso.

Proyecto Reintroducción del Yaguareté

Para revertir esta situación, en el 2012 empezó el ambicioso proyecto de traer de vuelta al predador tope a la provincia de Corrientes, con la construcción del Centro de Reintroducción del Yaguareté en los esteros del Iberá. Es el primer proyecto a nivel mundial que intenta restablecer al yaguareté en una región donde se había extinguido totalmente. Gracias a un trabajo mancomunado entre la Provincia de Corrientes, Parques Nacionales y Rewilding Argentina, entre el 2021 y el 2023 las liberaciones y nacimientos en libertad lograron una nueva población de al menos 17 yaguaretés libres.

Hoy, un nuevo yaguareté se suma a la población libre del Iberá, sumando un individuo más, el número 18, y mayor variabilidad genética. La llegada de Coli es el resultado del trabajo conjunto con el Gobierno de Paraguay y diversas organizaciones que realizan el rescate de cachorros huérfanos, dándole una segunda oportunidad a estos pequeños depredadores tope que quedan a la deriva.

Lee también: Las especies exóticas invasoras que más daño están causando a los ecosistemas.

Coli en corral Estancia Faro Moro (Paraguay) Sebastián Navajas Fundación Rewilding Argentina
Coli en corral Estancia Faro Moro (Paraguay) - Foto: Sebastián Navajas, Fundación Rewilding Argentina

La historia de Coli

Un cachorro que pierde a su madre, pero afortunadamente termina en buenas manos. Coli fue rescatado y conducido a grandes corrales en el Establecimiento Faro Moro, cerca de Filadelfia (Paraguay). Este establecimiento principalmente ganadero también cuenta con instalaciones para albergar yaguaretés en cautiverio, con fines de conservación. El pequeño Coli recibió la atención veterinaria que necesitaba e inició su rehabilitación en este nuevo lugar que lo cuidaría por un tiempo, con el fin último de reinsertarlo en la naturaleza.

Con poco más de un año de vida, una nueva etapa comenzó para Coli, quien junto con el macho Ñaro y la hembra Kerana, fue trasladado de Paraguay a Argentina, al Centro de Reintroducción de Yaguaretés en Iberá. Allí, Coli habitó grandes corrales en condiciones de total aislamiento con los humanos, cazando por sus propios medios las presas que se le proporcionaban. Una vida en semi-libertad que lo estaba preparando para el siguiente paso.

Hasta que, el pasado 6 de septiembre, cuando se evaluó que ya estaba listo, se abrió el portón del corral más grande del Centro de Reintroducción del Yaguareté y, en una noche de llovizna, este imponente macho recuperó su libertad. Coli ya se encuentra con los otros yaguaretés y está dejando sus marcas, aromas y sonidos que delimitan su territorio. Se espera que pronto tenga encuentros reproductivos con las hembras que viven libres en Iberá, y nuevos nacimientos sean bienvenidos, así se seguirá mejorando la variabilidad genética de la población que se está formando en el gran humedal correntino, un sitio que en apenas 10 años pasó de no tener yaguaretés, a albergar la mayor población de estos felinos en el Gran Chaco Argentino.

Colaboración internacional

En América, cuatro países (Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil) se encuentran unidos por la recuperación del yaguareté. Si bien hay cada vez más historias como la de Coli y otros ejemplares que forman parte de este y otros proyectos, el yaguareté requiere más esfuerzos de creación y ampliación de áreas protegidas conectadas entre sí, además de actividades que promuevan la convivencia del gran felino con el ganado y las comunidades.

La colaboración internacional para proyectos de Rewilding crece día a día y urge adecuar leyes y procedimientos para facilitar estas tareas de conservación, hoy en general limitadas por reglamentaciones que no contemplaban este tipo de acciones como parte de iniciativas de conservación. En Iberá, el yaguareté ya se está convirtiendo en motor de un nuevo desarrollo basado en el turismo de observación de fauna, una experiencia totalmente replicable en otros sitios de Argentina.

Chequeo sanitario previo a traslado internacional Sebastián Navajas Fundación Rewilding Argentina
Chequeo sanitario previo a traslado internacional - Foto: Sebastián Navajas, Fundación Rewilding Argentina

Lee también: El «apocalipsis de insectos» y su relación con el cambio climático.

Antecedentes

El yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino del continente americano, los machos llegan a pesar hasta 140 kilos, y está categorizado como en Peligro Crítico de Extinción en Argentina principalmente debido a la cacería, disminución de la abundancia de sus presas y a la destrucción y fragmentación de su hábitat.

Con una población estimada en 200-250 individuos, la especie ocupa menos del 5% de su área de distribución histórica en Argentina. En la provincia de Corrientes el yaguareté se extinguió hace más de 70 años. Allí, el proyecto para reintroducirlo comenzó en 2012 en un trabajo conjunto entre Tompkins Conservation, Fundación Rewilding Argentina, el Gobierno de Corrientes y Parques Nacionales con la construcción del Centro de Reintroducción del Yaguareté (CRY). En 2018 nacieron las dos primeras cachorras en el CRY; en 2021 se liberó el primer individuo: la hembra Mariua, proveniente de Brasil, y sus dos cachorros. Luego se siguieron liberando más individuos y, en octubre del 2023, 18 yaguaretés ya viven libres en el Parque Iberá.