Grave ceguera felina: la enfermedad que muchos ignoran; los ojos de los gatos son increíblemente delicados y están expuestos constantemente a agentes del entorno. Entre las múltiples afecciones que pueden sufrir, hay una en particular que suele pasar desapercibida: la uveítis, una inflamación interna del ojo que puede provocar pñerdida de visión si no se detecta a tiempo.

La úvea es una capa con vasos sanguíneos ubicada entre la parte blanca del ojo y la retina. Su tarea es fundamental: nutre al ojo y regula la entrada de luz. Cuando esta zona se inflama, se compromete no solo la córnea, sino también el nervio óptico. Este trastorno puede afectar a uno o ambos ojos y su evolución suele ser silenciosa.

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La uveítis puede tener distintos orígenes: infecciones bacterianas o virales, parásitos, enfermedades autoinmunes o reacciones a medicamentos. (Foto: www.thelondoncatclinic.co.uk)
La uveítis puede tener distintos orígenes: infecciones bacterianas o virales, parásitos, enfermedades autoinmunes o reacciones a medicamentos. (Foto: www.thelondoncatclinic.co.uk)

¿Qué puede causarla?

La uveítis puede tener distintos orígenes: infecciones bacterianas o virales, parásitos, enfermedades autoinmunes o reacciones a medicamentos. Sin embargo, una de las causas más frecuentes son los golpes o heridas tras peleas con otros animales. Un traumatismo mal curado puede convertirse en el inicio del problema.

¿Cómo saber si tu gato tiene uveítis?

Prestar atención al comportamiento de tu gato es clave. Algunas señales de alerta:

  1. Ojos rojos o inflamados

  2. Dolor al mirar o sensibilidad extrema
  3. Lagrimeo constante
  4. Cambios en el color del iris
  5. Visión nublada u opacidad
  6. Menor capacidad visual
  7. Cambios de ánimo: más agresivo o irritable
  8. Se rasca o lame los ojos con frecuencia

Si notás alguno de estos síntomas, no lo dudes: llevá a tu gato al veterinario cuanto antes. Detectar esta afección a tiempo puede marcar la diferencia entre la recuperación y una pérdida irreversible de la visión.

Claves para prevenir la uveítis felina:

  • Vacunación y desparasitación al día: muchas uveítis están asociadas a infecciones virales (como leucemia felina o peritonitis infecciosa felina), por lo que mantener un calendario sanitario estricto es fundamental.
  • Evitar peleas o traumatismos: si tu gato sale al exterior o convive con otros animales, minimizá los riesgos de peleas, ya que los golpes son una causa común de inflamación ocular.
  • Chequeos veterinarios regulares: un control periódico permite detectar a tiempo signos sutiles de problemas oculares, incluso antes de que el gato muestre molestias.
  • Higiene del entorno: mantener el espacio limpio, ventilado y libre de polvo o agentes irritantes ayuda a evitar infecciones.

Observar cambios en los ojos y comportamiento: si notás enrojecimiento, lagrimeo excesivo, ojos entrecerrados, o si el gato se muestra irritable o se rasca mucho la cara, consultá al veterinario sin demora.