Hoy en día, cada vez es más común el surgimiento de movimientos globales que buscan generar un impacto positivo en el medioambiente y combatir el cambio climático. Uno de ellos es Veganuary, que invita a las personas a probar una alimentación a base de plantas durante enero y más allá, por sus beneficios positivos en la salud, los animales y el medioambiente. Recuerda que puedes inscribirte de forma gratuita en nuestro desafío todo el año.

Otro movimiento que ha ganado popularidad en los últimos años es el Zero Waste, cuya filosofía se centra en medir el consumo de todo tipo de productos. Tiene que ver con tomar una decisión de consumo consciente cada vez que nos enfrentamos a la oportunidad de adquirir algo nuevo y aprender a “vivir con menos”, prosperar con moderación y rechazar la cultura del consumo. A través de estas acciones, el movimiento Zero Waste busca construir un camino hacia un futuro más sustentable.

En la práctica, el zero waste se puede traducir en evitar utilizar plásticos de un solo uso u otros contaminantes en la vida diaria, así como evitar comprar ropa o muebles nuevos, así como cualquier producto de obsolescencia programada, lo que significa que son fabricados en baja calidad a propósito, para que su vida útil sea corta y eventualmente tengas que reemplazarlos y, ya lo adivinaste, comprar más. Los principios del zero waste, aunque varían, tienen que ver con comprar a productores locales, preferir lo orgánico y de segunda mano.

Y aunque a simple vista parece que estos movimientos persiguen objetivos diferentes, la verdad es que es perfectamente posible conciliar ambos y así reforzar nuestros esfuerzos individuales para cuidar el medioambiente.

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¿ES COMPATIBLE SER VEGANO Y ZERO WASTE?

La respuesta es sí, por ejemplo, si estás interesado en seguir una alimentación a base de plantas o ya lo haces hace un tiempo, y si cuentas con las herramientas necesarias, podrías construir un huerto de vegetales en tu hogar y así contribuir a que tu consumo de alimentos sea autosuficiente, algo que se alinea muy bien a los principios del Zero Waste. Y si te embarcas en la aventura de tener tu propio huerto en casa, probablemente necesitarás fertilizante, y es aquí donde el composting, un método para procesar los desechos orgánicos para generar menos residuos, podría ser de gran ayuda.

Y desde la vereda contraria, una persona que ya sigue ciertos hábitos relacionados al zero waste podría potenciar sus esfuerzos en pos del medioambiente siguiendo una alimentación vegana. La agricultura animal tiene consecuencias catastróficas en el planeta y es uno de los principales factores detrás del cambio climático. Al elegir no consumir productos de origen animal estamos tomando la decisión consciente de no contribuir a esa industria.

Si bien ambos estilos de vida tienen sus desafíos particulares, ambos tienen algo en común: no se trata de ser perfecto sino de poner lo mejor de nuestra parte para lograr un cambio positivo.

Y si aún tienes preguntas sobre lo que significa ser Zero Waste, conversamos con dos creadoras de contenido que siguen este estilo de vida y que utilizan sus plataformas para difundir los beneficios de estos hábitos sustentables y compartir consejos sencillos para incorporarlos en nuestra rutina.

¿POR QUÉ ALGUIEN DEBERÍA CONSIDERAR INTEGRAR A SU VIDA PRÁCTICAS DE REDUCCIÓN DE RESIDUOS?

Valentina Herrera de Comunidad Zero Waste (@somoszero), un espacio diseñado para acompañar a todos los que quieran emprender el viaje por una vida zero waste o cero basura, asegura que la razón es que “vivimos de un modo insostenible. Esto quiere decir que no hay planeta que aguante nuestra forma de vida. Nos acostumbramos a normalizar una forma de vida totalmente antinatural, basada en la explotación y la contaminación” . Además, Valentina precisa que “abrir la conciencia sobre este tema es muy similar a lo que nos pasa cuando nos damos cuenta que no podemos seguir viviendo sin ser veganos. Abres los ojos y no hay vuelta atrás. Por eso es importante replantearse y adoptar hábitos empáticos con nuestro propio medio ambiente.”

Por su parte, la blogera Camila Silva (@nomedalomismo) plantea que “los residuos que generamos con nuestras decisiones de consumo afectan a todos los seres vivos de nuestro planeta (…) Reducirlos, implica que nos estamos haciendo preguntas conscientes desde el primer momento y esas decisiones conscientes no son más que otra manifestación de la empatía para con todos los habitantes del planeta”.

¿UN ESTILO DE VIDA A BASE DE PLANTAS ES COMPATIBLE CON UNO ZERO WASTE?

Sobre esto, Camila explica que puede ser aún más fácil si uno sigue ambos caminos. “Para mí, el veganismo es mucho más que un estilo de vida en base a plantas, pero si nos centramos solo en eso, elegir este estilo de vida y reducir nuestros desechos es totalmente compatible. De hecho ¡es incluso más fácil! En muchos lugares podemos optar por comprar frutas y verduras en mercados de abasto, ferias libres o mercados de productores. “, dice la creadora de contenido.

Por su parte, Valentina presenta la evidencia que hace que ambos estilos de vida sean perfectamente compatibles. “Está totalmente demostrado que la industria ganadera es responsable de la tremenda deforestación que sufre el planeta (…) Aparte, la huella de carbono y la huella hídrica de cualquier alimento vegetal es irrisoria ante la huella de producir carne (…) Por eso si eres vegano ya haces bastante por cuidar nuestros recursos, pero sí hablamos de zero waste y veganismo, la manera de hacerlo compatible es rechazando o minimizando los alimentos procesados o ultra procesados. Preferir obviamente lo fresco, lo natural y sin empaque, para evitar producir basura. “, señala.

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¿CUÁL ES UN CAMBIO SENCILLO QUE UNA PERSONA PODRÍA INCORPORAR HOY MISMO PARA DISMINUIR SU VOLUMEN DE BASURA?

Camila recomienda “empezar a preparar tu propia comida, y prescindir de alimentos industrializados (como las leches vegetales, los snacks, mantequilla de maní, hamburguesas vegetales y un infinito etc.). Ese fue un punto de partida para la autogestión, que trajo consigo muchos otros cambios en otros aspectos de mi vida en la que los desechos asociados a la comodidad de comprar todo hecho, fueron quedando de lado”.

Mientras que Valentina dice que “recomendaría dos cosas muy importantes: La primera es comprar a granel. Hoy en día hay muchas posibilidades de escapar de la oferta sobre envasada de los supermercados. Existen tiendas físicas y online donde puedes comprar productos recargando tus propios envases o en bolsitas de papel, que se reciclan o compostan luego. Ir a la feria con tus propias bolsas o envases es una excelente manera de empezar. Lo segundo sería: Compostar tus orgánicos. Cómo veganos generamos mucha materia orgánica y sería increíble si en lugar de enviarla a pudrirse a un vertedero, la devolviéramos a la tierra para alimentar los suelos y sus microorganismos.”