Hay muchas razones por las cuales las personas desean bajar de peso. Algunos lo hacen por motivos de salud, y otros lo hacen para mejorar sus relaciones interpersonales.

Esta es la historia de Christine Carlos, una mujer quien en el año 2012 volvió a ver varias fotos que se había sacado anteriormente las cuales se convirtieron en su gran llamado de atención. En ese instante su peso estaba alrededor de los 112 kilos. Este fue el punto que marcó el inicio del viaje hacia su estilo de vida saludable.

Quería estar en buenas condiciones para disfrutar de mi hija en su plena etapa de crecimiento. Sentí que necesitaba controlarme y hacerlo también por ella

En su cuenta de Instagram, Christine revela que aumentó de peso durante sus últimos años de adolescencia. Ella supone que alejarse del país donde creció fue el desencadenante de este hecho y explicó lo siguiente: “Encontré consuelo en la comida, me volví letárgica y demasiado tímida”.

[También te puede interesar: Cómo un hombre que parece de 20 tiene 51 y cómo es su dieta]

Christine intentó bajar de peso en varias ocasiones, pero estos esfuerzos terminaron siendo inútiles. En 2007 dio a luz a su bebé y se dio cuenta de que su peso había aumentado aún más.

Me di cuenta de que no podía vivir mi vida simplemente soñando y viendo a las personas vivir su vida al máximo

Empezó por leer algunas revistas de salud, tratando de encontrar información útil que pudiera ayudarla a alcanzar su objetivo. Ella empezó por cambiar los alimentos procesados ​​y fritos por verduras, empezó a consumir menos carbohidratos y beber alrededor de un 3 litros de agua por día.

Este era su menú diario:

Desayuno: avena y huevos
Almuerzo: ensalada con vinagreta casera
Cena: pescado y verduras

Y especialmente, Christine cambió una rutina de ejercicios: comenzó con 45 minutos de ejercicios de cardio, 6 días a la semana utilizando la caminadora en un gimnasio al que se inscribió.

Cuando Christine comenzó a ver resultados, avanzó tanto que incluso participó en una competencia de bikinis. Ella escribió: “Perdí el peso, luego decidí competir para motivarme mucho más. Lo que requería una dieta aún más difícil y entrenar mucho más duro”.

[También te puede interesar: Cambiar el horario de tus comidas puede ayudarte a bajar de peso: así funciona]

En ese momento, ella tomó un descanso de todo esto y empezó a disfrutar mucho más de relaciones equilibradas y saludables con la comida y el ejercicio. Christine admitió que: “Por un tiempo quise ser muy delgada (o bajar de peso); después, yo quería estar musculosa; ahora realmente solo quiero ser feliz”.

Actualmente Christine pesa alrededor de 62 kilos, y además inspira a las personas compartiendo su experiencia, contando las dificultades que tuvo en este proceso y compartiendo sus pensamientos: “La motivación no es cómo te sientes. La motivación es una elección. Elegimos lo que queremos hacer todos los días y los únicos responsables de que puede que logremos nuestras metas o no, somos nosotros mismos”.

Nunca te avergüences de tu historia, porque puede inspirar a otros.

Fuente:


Genial