Los adultos mayores son propensos a sufrir Alzheimer, ya que el envejecimiento es uno de los factores de riesgo que provocan esta enfermedad. Y aunque muchos no lo tengan presente, esta es una enfermedad que provoca la aparición de trastornos del sueño. Por eso te comentamos sobre un estudio donde descubren la conexión entre dicha afección y la somnolencia.

El Alzheimer es una enfermedad que ocurre con mucha frecuencia. Puesto que cuanto más envejece la población, más personas padecerán dicha afección. Afecta hasta un 7% de las personas que tienen más de 65 años de edad, y a los 95 años este porcentaje aumenta hasta un 50% de la población.

¿Cuál es la relación entre el Alzheimer y la somnolencia?

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El letargo que suelen experimentar muchas de las personas que padecen Alzheimer no tiene nada que ver con la falta de sueño. Se debe más bien a la degeneración de las neuronas que ayudan al ser humano a mantenerse despierto. Según lo publicado por los investigadores en la revista JAMA Neurology, la proteína tau se encuentra detrás de dicha neurodegeneración.

Todos los resultados obtenidos por ese estudio contradicen la idea de que las personas que padecen Alzheimer duermen en el día para compensar una noche de sueño inapropiado. Apuntando a posibles terapias que sirven de ayuda para que los pacientes se sientan mejor.

Los datos provienen de participantes en el estudio que pertenecían a los pacientes del Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos. Quienes se ofrecieron como voluntarios, para memorizar su sueño usando un electroencefalograma (EEG) y para donar sus cerebros después de su muerte.

Realizar una comparación de los datos del sueño con las vistas microscópicas del tejido cerebral de los pacientes post-mortem, representó la clave para responder una importante pregunta. La cual se ha estado planteando los científicos durante muchos años.

¿Qué se pudo demostrar en el estudio?

Los expertos pudieron demostrar lo que su investigación anterior había estado registrando. Que en los pacientes con Alzheimer que duermen todo el tiempo, la enfermedad ha provocado grandes daños en las neuronas que se encargan de mantenerlos despiertos. Siendo una explicación dada por Grinberg, neuropatólogo, en compañía del psiquiatra Thomas Neylan, quien es el principal autor del estudio.

Por lo tanto, no es que estos pacientes se encuentren cansados en el día por no haber dormido en la noche. Es que el sistema de su cerebro que se encarga de mantenerlos despiertos ha desaparecido. El fenómeno o los efectos contrarios aparecen en pacientes que padecen otras enfermedades degenerativas. Como en el caso de la parálisis supranuclear progresiva (PSP), que también forman parte del estudio. Pacientes como estos, poseen daños en las neuronas que les provoca cansancio, provocando que sean incapaces de dormir y se privan del sueño.

Hipótesis acerca del Alzheimer

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El equipo de investigación de Grinberg, desarrolló la hipótesis de que los pacientes con Alzheimer tenían problemas para permanecer despiertos. Tras haber descubierto una serie de neuronas que mantienen al ser humano despierto y que son afectadas por el Alzheimer desde el comienzo de la enfermedad.

Es posible pensar en este sistema como si se tratara de un interruptor de neuronas que intervienen en la vigilia y en las neuronas que intervienen en el sueño. Cada una de estas vinculadas a todas aquellas neuronas que se encargan de controlar los ritmos circadianos.

Con ese tejido post-mortem, pudieron confirmar que ese interruptor, cuya existencia es conocida en animales modelos, también está presente en los humanos. Y se encarga de controlar el sueño y vigilia. Son descritas estas neuronas como inteligentes, aunque es bastante increíble su capacidad de cálculo. Cuando estas células son afectadas por alguna enfermedad, puede tener un gran efecto en el sueño.

Detalles sobre el experimento del sueño en pacientes con Alzheimer

Para saber qué contribuye a la degeneración de las neuronas mencionadas en el Alzheimer, los especialistas examinaron los cerebros de 33 pacientes con esa enfermedad. 20 de ellos con PSP y 32 voluntarios que habían tenido un cerebro sano hasta su fallecimiento. El equipo se encargó de medir las cantidades de dos proteínas que son asociadas frecuentemente con el proceso neurodegenerativo: Tau y beta amiloide.

En su mayoría, los investigadores atribuyen los problemas de sueño, que forman parte de los síntomas del Alzheimer, a la acumulación de beta amiloide. Durante las horas de sueño, el cerebro se encarga de eliminar el beta amiloide que se ha acumulado en el día. Cuando no es posible dormir, esta proteína se acumula. De esta forma, como los pacientes que tienen PSP no duermen, se esperaba observar mucha proteína dentro de sus cerebros.

Sin embargo, resultó no haber ninguna acumulación. Hallazgos como estos confirmaron con pruebas bastante directas que, tau es un impulsor crítico dentro de las alteraciones del ciclo del sueño. Una comprensión como esta en los pacientes con PSP dio un giro al paradigma con respecto al tratamiento del Alzheimer.

Se observa que estos pacientes no pueden dormir, ya que no existe nada que le pueda indicar a las neuronas despiertas que se apaguen. Ahora bien, en lugar de tratar de inducir a estos pacientes al sueño, lo ideal es apagar el sistema que se encarga de mantener esas neuronas despiertas.

Ensayos clínicos para establecer un tratamiento

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Teniendo presente que las alteraciones en el sueño son parte de los síntomas del Alzheimer, la idea de apagar el sistema que mantiene las neuronas despiertas se ha probado en un ensayo clínico. Con pacientes que tienen PSP, usando un tratamiento que es dirigido al sistema que se encuentra despierto, lo que impide que estos pacientes duerman. Dicho enfoque contrasta con el tratamiento tradicional de ensayo y error con los medicamentos para el sueño.

Al frente de dicho ensayo está la doctora Christine Walsh, la principal autora del estudio. Resaltando que el Alzheimer y la PSP se encuentran en los extremos opuestos del espectro de las alteraciones en el sueño. Pese a que estas alteraciones pertenecen a los síntomas del Alzheimer. Asegurando que espera que esta investigación lleve a nuevas maneras de tratar las alteraciones de sueño que son generadas por la neurodegeneración.

El tratamiento para los síntomas del Alzheimer podría ajustarse tomando en cuenta las necesidades del paciente. Potenciando el sistema despierto y disminuyendo el sistema dormido. Este ensayo acerca de la PSP continúa en marcha. Siendo Walsh bastante optimista, con respecto a que este nuevo enfoque ofrecerá mejores resultados, comparados con los medicamentos actuales para los pacientes con estas enfermedades.

¿Qué es el Alzheimer?

Aprender sobre qué es el Alzheimer, implica tener presente que se trata de un trastorno neurológico progresivo. Que provoca que el cerebro se atrofie y que mueran las neuronas cerebrales. Esta enfermedad es una de las causas principales de la demencia. Que es un deterioro de forma continua del comportamiento, pensamiento y habilidades sociales. Afectando la capacidad que tiene una persona para vivir de manera independiente.

Los signos tempranos del Alzheimer incluyen el olvido de conversaciones o eventos recientes. Conforme avanza la enfermedad, la persona que la padece presentará un deterioro bastante grave de la memoria. Perdiendo su capacidad para realizar tareas cotidianas. Puede que los medicamentos mejoren temporalmente los síntomas o que retrase su progresión.

Tratamientos como estos funcionan para que quienes padezcan Alzheimer prolonguen al máximo sus funciones. Ayudándolos a desenvolverse de manera independiente durante un tiempo. Existen diversos programas y servicios para ofrecer apoyo a las personas con Alzheimer y a quienes las cuidan.

Además de qué es el Alzheimer, hay que tener en cuenta que no hay ningún tipo de tratamiento que cure definitivamente esta enfermedad. O que altere de manera significativa su evolución. En las etapas más avanzadas de la enfermedad, las complicaciones que derivan de la grave pérdida de la función cerebral, provocan la muerte.

Consumir alimentos orgánicos previene el Alzheimer

Lo principal que se debe tener en cuenta es que nunca es tarde para cambiar la alimentación, sobre todo por una donde los alimentos sean orgánicos y cultivados con medidas sustentables. El Alzheimer progresa de manera gradual 20 a 40 años antes de que empiecen a aparecer los primeros síntomas. Al comer más saludable se disminuyen los riesgos de demencia, comparados con aquellas personas que tienen un elevado consumo de alimentos procesados.

Por lo tanto, incluir pescado es fundamental para que el cerebro esté sano. Incluyendo también vegetales de color verde oscuro y frondoso, como en el caso de la col rizada, lechugas orgánicas y acelgas. Vegetales fibrosos, como los espárragos, el brócoli y la coliflor, no solo mantienen el intestino sano, sino también el cerebro. De igual manera, las frutas son importantes, evitando aquellas que sean demasiado dulces.

Fuente:

Infosalus, Mayo clinic, funeraria inmemoria.