En los últimos años se ha debatido bastante acerca de la cantidad de planetas que existen en el sistema solar: la afirmación de que son 9, que casi todos aprendimos en la escuela, fue cuestionada porque las características de Plutón no permitían considerarlo planeta según algunos científicos. Sin embargo, también otros cuerpos celestes, como Sedna, fueron anunciados como nuevos planetas descubiertos.

Lo cierto detrás de todo eso es que, más allá de Neptuno, existen objetos bastante misteriosos y difíciles de explorar desde la Tierra, que en muchos casos desvelan a los científicos. Es el caso de los  "objetos transneptunianos extremos" (ETNO, por sus siglas en inglés), que se mueven más allá de Neptuno, en órbitas muy alejadas de la Tierra pero también en torno al Sol. Sedna es uno de ellos, pero no el único. 

galaxia

Una de las características de los objetos transneptunianos (ETNOS) es que se mueven de una forma difícil de explicar y desconcertante; y su movimiento se justificaría mejor si existieran uno o dos planetas más en el sistema solar, que los influyeran con sus fuerzas gravitacionales.

Los astrónomos españoles Carlos y Raúl de la Fuente Marcos fueron unos de los primeros en plantear esa posibilidad en 2015 en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, y matemáticamente esa teoría puede sostenerse los cálculos astronómicos efectuados por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Cambridge. 

En 2016, los investigadores Brown y Batygin estudiaron las órbitas de siete ETNOS y anunciaron que sus movimientos podrían predecir la existencia de una "supertierra", o un noveno planeta de un tamaño similar al nuestro, que gira en torno al Sol a unas 700 UA. Equipos de astrofísicos de todo el mundo se encuentran en una carrera por descubrirlo. Pero lo más importante es que actualmente se han encontrado nuevas evidencias que avalan esa hipótesis. 

nuevo planeta sistema solar

Un equipo de investigación liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en colaboración con dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid ha dado un paso más para caracterizar físicamente estos objetos y ayudar a confirmar o no la hipótesis de un nuevo planeta en nuestro sistema solar gracias al estudio de dos ETNO.

Los científicos han llevado a cabo las primeras observaciones espectroscópicas de los llamados 2004 VN112 y 2013 RF98, ambos particularmente interesantes desde el punto de vista dinámico, pues sus órbitas son casi idénticas y sus polos orbitales presentan una separación angular extremadamente pequeña.

Esas características sugieren que esos objetos tienen un origen común, y sus órbitas actuales podrían ser resultado de una interacción en el pasado con el hipotético Planeta Nueve. Los científicos proponen que el origen que este par de objetos transneptunianos extremos fue un asteroide binario que se desligó tras acercarse a un planeta más allá de Plutón, y que ahora sigue influyendo en sus órbitas.
 
La confirmación de esta hipótesis supondría toda una revolución en los modelos sobre el sistema solar.  ¿Tendremos nuevos vecinos en el espacio?