Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo no llegan a ningún plato de comida. Se pierden o se desperdician (ya sea o no intencionalmente) en algún momento de la cadena que comienza con la producción y termina en el hogar o en el consumidor final. Esto quiere decir que se incluyen pérdidas generadas tanto por, por ejemplo, problemas en el transporte, como debido a 
prácticas de almacenamiento, compra o cocina inadecuadas.

En total, en todo el mundo, se pierde o desperdicia más de un millón de toneladas por año. Esto no solo representa una gran pérdida de recursos e insumos, y un aumento de los desechos, sino también implica la pérdida de la posibilidad de que quienes no pueden acceder a un plato de comida puedan hacerlo

Una gran parte de este desperdicio tiene su explicación en los hábitos. Muchas veces compramos de más sin pensar en si realmente lo necesitamos o si el tiempo del que disponemos nos permitirá consumirlo antes de que pierda su frescura. Esto, en muchos casos, también está relacionado con la publicidad y su gran capacidad de persuasión. 

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Una encuesta sobre desperdicio alimentario en Madrid, publicada por la Universidad de Comillas, señaló que quienes se consideran a sí mismos como "grandes desperdiciadores" son menores de 35 años, con estudios superiores, una renta media o alta y principalmente hombres a quienes el consumo responsable les parece un idioma difícil de adoptar.

El informe también destaca que en los hogares madrileños "compartir o donar alimentos fuera del hogar no es práctica habitual".

Esta misma tendencia aparece reflejada en el Estudio sobre Hábitos de Aprovechamiento de Alimentación en los Españoles, elaborado por AECOC, (Asociación de Empresas de Gran Consumo). También allí los consumidores jóvenes aparecen como los que más desperdician.

¿Por qué se desperdicia?

El 70% de los españoles afirma que desechan alimentos porque olvidan los productos en la nevera, en la despensa o en el congelador; porque no miden bien las cantidades de comida o por falta de tiempo y/o conocimiento para aprovechar al máximo los alimentos.   Los alimentos que se tiran con mayor frecuencia son la fruta y los vegetales, el pan y las comidas preparadas. Además, la confusión entre fecha de caducidad y de consumo preferente intensifican el desperdicio.

Pero éste no es un caso aislado. En la Unión Europea se desperdician 88 millones de toneladas de alimentos, es decir, el 20% del total producido. Y en América Latina, por su parte, se desperdician 348.000 toneladas de alimentos al día, es decir que, en promedio, cada latinoamericano malgasta 223 kilos de frutas, verduras, carne, pescado y productos lácteos por años. En total se pierden entonces alrededor del 15% de sus alimentos disponibles; cuando cerca de 50 millones de habitantes sufren hambre.

¿No crees que esto es una paradoja?

Consejos y recetas para no desperdiciar comida

Para dejar de desperdiciar, lo más importante es comprar aquello que tenemos la certeza que vamos a poder consumir. Además, otro consejo es informarse bien sobre las fechas de vencimiento y de consumo preferente; y aprovechar al máximo los alimentos, sin desechar lo que aún pueda usarse en otra comida, o bien pueda ser donado a quien lo necesite.

[Puedes conocer la iniciativa de los refrigeradores solidarios aquí]

Recetas para hacer con los sobrantes para no desperdiciar

Croquetas de calabaza

Ingredientes:

  • ½ kg de calabaza limpia
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Pimienta negra y sal
  • 150 gramos de queso parmesano rallado
  • Pan rallado
  • 1 huevo
  • Aceite de oliva virgen

Preparación:

Pela la calabaza, córtala en trozos y métela al horno hasta que esté asada. Déjala enfriar. Luego, en una sartén con aceite sofríe la cebolla y el ajo picado. Agrega sal y pimienta, añade la calabaza y ve aplastando y mezclando bien. Incorpora el queso rallado, retira y deja enfriar. Luego arma las croquetas con las manos, rebozándolas con huevo y pan rallado. Cocina en aceite o al horno hasta que estén doradas.

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Nuggets veganos

Ingredientes:

  • 2 tazas de arroz hervido
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla
  • 2 zanahorias
  • 3-5 cucharadas de harina de garbanzos u otro tipo
  • Sal, comino y pimienta
  • Pan rallado
  • Leche vegetal
  • Aceite para freír
Preparación:

Pela y ralla las zanahorias. Corta la cebolla en juliana y pica el ajo. Sofríe en una sartén las tres cosas. Luego, añade sal, pimienta y comida. Agrega un poco de agua para que se cocine bien la zanahoria y, cuando todo esté listo, añade el arroz y tritura todo junto. Incorpora la harina de garbanzos y da forma a los nuggets (puedes incluso darles una forma diferente, como la de un corazón, sobre todo si quieres compartirlas con los más pequeños). Luego pásalos por la leche y pan rallado. Cocina en aceite o al horno.

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