Mind wandering: por qué distraerse ayuda al cerebro y aprendizaje?: todos nos colgamos de vez en cuando. Estás leyendo algo y de repente pensás en lo que vas a cenar, una charla que tuviste ayer o una idea loca que te gustaría probar.

A eso la ciencia lo llama mind wandering, o divagación mental. Y aunque muchas veces se lo ve como algo negativo —porque baja el rendimiento, dificulta resolver problemas o nos vuelve menos precisos—, investigadores de varios países europeos descubrieron que distraerse también puede tener su lado positivo. Especialmente cuando hablamos de aprender.

Según el neurocientífico Peter Simor y su equipo, esta tendencia a irse mentalmente por las ramas podría potenciar el aprendizaje pasivo, ese que ocurre sin que nos demos mucha cuenta. En una serie de estudios (uno online y otro con electroencefalogramas en laboratorio), midieron qué tan bien aprendían las personas secuencias visuales con diferentes patrones mientras su mente divagaba. ¿El resultado? Cuanto más se distraían espontáneamente, más captaban —aunque con menor precisión— las probabilidades ocultas del juego.

estado cerebral transitorio

Este tipo de aprendizaje, conocido como “probabilístico no consciente”, se asoció con ondas cerebrales de baja frecuencia similares a las del sueño ligero. Es decir, cuando la mente se “apaga” un poco, puede entrar en un estado transitorio que facilita la incorporación de nueva información y la consolidación de la memoria. Algo así como una siesta cerebral sin cerrar los ojos.

La conclusión de Simor es clara: no todo aprendizaje ocurre con foco absoluto. En la vida real, aprendemos mientras caminamos, cocinamos, o pensamos en cualquier otra cosa. Tal vez necesitemos más espacios de “descanso vigilante”, donde el cerebro pueda relajarse y, al mismo tiempo, seguir absorbiendo el mundo.

Así que la próxima vez que te descubras mirando al vacío durante una reunión o clase, no te culpes tanto. Tu cabeza podría estar, en realidad, trabajando de una forma más creativa y profunda de lo que pensás.

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estudios realizados


Hay varios estudios que respaldan los beneficios del mind wandering en procesos cognitivos como el aprendizaje, la creatividad y la consolidación de la memoria. Uno de los más relevantes fue publicado por Peter Simor y su equipo en el Journal of Neuroscience y en iScience. En ese estudio:

mujer cerebro
  • Se combinaron pruebas conductuales online con estudios en laboratorio usando electroencefalogramas (EEG).
  • Se trabajó con tareas de aprendizaje probabilístico, en las que los participantes debían detectar patrones ocultos en secuencias visuales.
  • Los investigadores pidieron a los participantes que autorreportaran cuán distraídos estaban durante la tarea.
  • Los resultados mostraron que, cuando las personas divagaban mentalmente, el cerebro mostraba una mayor actividad de baja frecuencia, similar a la que se da durante el sueño.
  • Esa actividad cerebral se asoció con un mejor aprendizaje implícito, aunque con menor precisión en la ejecución inmediata.

Este estudio sugiere que el mind wandering activa estados cerebrales "offline" que facilitan la incorporación de nueva información, apoyando la idea de que distraerse, en ciertos contextos, puede beneficiar la mente.