El cuerpo humano tiene células inmunes que podrían detener la expansión del cáncer. Sin embargo, la misma enfermedad impide que actúen. Un grupo de científicos estadounidenses se ha dedicado a estudiar cómo activarlas. Esto es lo que han descubierto.

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¿Qué sabemos?

Las muertes debidas a cualquier tipo de cáncer han aumentado durante los últimos seis años.

Se supone que las células inmunes llamadas macrófagos protegen el cuerpo humano pero el cáncer ha encontrado formas de dormirlas. Aunque estas funciones están determinadas por un equilibrio de señales estimulantes e inhibitorias, el papel del metabolismo de los macrófagos es desconocido.

La más reciente investigación

Una investigación publicada el pasado mes de enero en la revista especializada Nature plantea que han identificado cómo alimentar a los macrófagos con la energía necesaria para atacar y comer células cancerosas.

De acuerdo a los expertos de la Universidad de Pennsylvania, los macrófagos pueden favorecer el crecimiento de las células cancerosas y diseminarse u obstaculizarlo. Pero la mayoría de los tumores también expresan una señal llamada CD47, que puede calmar a los macrófagos en un sueño profundo y evitar que coman.

Los investigadores han descubierto que volver a conectar el metabolismo de los macrófagos puede superar esta señal y actuar como un reloj de alarma para despertar y preparar a los macrófagos para que se activen.

Expectativas

Los hallazgos identifican que el metabolismo central del carbono es un nuevo determinante y un posible objetivo terapéutico para estimular la actividad antitumoral de los macrófagos.

A escala global, Europa tiene el 23,4 % de los casos de cáncer y el 20,3 % de las muertes, pese a contar solo con el 9 % de la población mundial. En las Américas, la incidencia es del 21% y la mortalidad asciende a un 14,4%, con un 13,3% de la población mundial.

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Fuente:

Nature