Joey y Kristen Masciantonio son un matrimonio cuya segunda hija, Gianna, tenía un raro desorden en la sangre acompañado de un tumor conocido como xantugranuloma juvenil, el cual afecta a menos de 5 niños al año.

Gianna había sido sometida a 8 cirugías y varios tratamientos de quimioterapia en el hospital infantil de Filadelfia, y los médicos no creían que la bebé sobreviviría.

Como católicos devotos, vieron la oportunidad de ir a conocer al papa Franciso en Filadelfia en el año 2015. Su experiencia fue muy especial, dado que a partir de un beso que el papa le dio a su hija en la cabeza, su vida cambió milagrosamente.

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Su encuentro único fue un arreglo de último minuto para el matrimonio Joey y Kristen, ya que su amigo, un agente del FBI, ayudaba con la seguridad del evento e hizo lo necesario para que ellos fuesen a la ciudad y aprovechasen esa oportunidad sin igual.

Por un momento dudaron sobre ir luego de recibir la invitación porque temían que el sistema inmunológico de Gianna estuviese demasiado débil como para soportar la multitud de gente, pero los médicos les dijeron que podían hacerlo.

Cuando estaban allí, vieron que la eminencia venía en dirección a ellos y alzaron a la bebé para que capturase la atención de uno de los guardias de seguridad. El hombre llevó a la pequeña hasta donde se encontraba el Papa, quien le dio un beso en la cabeza. Joey y Kristen estaban muy emocionados, pero nunca imaginaron el impacto que tendría el momento.

Luego de eso, su vida regresó a la rutina normal visitas al médico, pero recibieron una noticia muy inesperada y placentera 6 semanas después, cuando les informaron que las nuevas tomografías de Gianna mostraban que el tumor se había reducido significativamente. Joey le explicó a los medios el cambio abismal que había habido en las radiografías.

Los médicos consideraron que ante este desarrollo impactante, se presentaba la posibilidad de que Gianna pudiese sobrevivir.

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La posibilidad de un milagro se apoderó de sus mentes, pero el tratamiento médico también jugaba un papel fundamental en el desarrollo de la pequeña. El padre se consideraba muy afortunado y estaba convencido de que se había tratado de un momento divino.

El beso fue el trabajo de Dios, no cabe duda, pero el milagro fue que Él nos diese la plataforma para encontrar médicos que, en últimas instancias, desempeñaron un papel crucial en la salvación de la vida de Gianna

La madre afirma que las cosas han cambiado mucho para su hija y cuenta que cada día está mejor y mucho más fuerte, ya lanza besos y ha empezado a señalar objetos.

Fuentes:

AWM

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