“La felicidad depende de nosotros mismos”, ha dicho Aristóteles. Pero, es válido preguntarse si hay una fórmula o patrones que se repiten para que algunos países se consideran más felices que otros.

Finlandia en este 2020, por tercer año consecutivo, es el país con más bienestar según el índice global de la ONU. En esta medición se puntúa qué “tan buena” crees que es tu vida del 0 al 10. Además, se contemplan factores como la esperanza de vida, la generosidad, el apoyo social, la libertad, la corrupción y el PBI.

Este ranking revela año a año claves de la felicidad como que el dinero por sí solo no es suficiente, que las políticas públicas y efectivas aumentan el bienestar social y, por último, que la felicidad y el bienestar sí se pueden medir.

Otro de los países más felices es Dinamarca. Su secreto está en la filosofía Hygge. Es el disfrute de las “pequeñas cosas”. ¿Cómo? Viviendo momentos de armonía, relajación y alegría, comiendo cosas ricas y practicando la gratitud.

felicidad frio

¿El PBI como sinónimo de bienestar?

Como mencionamos, tener dinero no parecer ser lo mismo que ser plenamente feliz. Hoy está en discusión en varias naciones el debate acerca de la utilidad del PBI, una aproximación que define la riqueza de un país.

Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía, considera que solo centrándonos en este indicador estamos ignorando valores como el bienestar y salud de las personas, el cuidado de la naturaleza, entre otros. La respuesta no está en la medición de la producción económica.

Por esto, se necesitan herramientas complementarias para medir mejor lo que también valoran los seres humanos como sentirnos seguros, plenos, con una buena salud mental que muchas veces no depende de cuál es nuestro salario a fin de mes o cuánto hemos crecido financieramente.

Bután y su propio índice de la felicidad

En el borde oriental del Himalaya está el reino de Bután. Este pequeño país fue innovador en crear el IFC, Índice de Felicidad Ciudadana en quien basa todo su crecimiento.

Tiene 4 pilares en cuenta: la conservación del medio ambiente, la preservación de la cultura, la gobernabilidad y su desarrollo económico. Conoce cómo lo ponen en práctica.

woman holding hat and smelling yellow flower 1832323 (1)
Pexels

Miden el tiempo de ocio dedicado a tu familia, amigos y para ir a festividades religiosas. El ministro de Bután dice que la felicidad no es trabajar como “robots”. Cuestiona qué ponemos en la balanza de nuestro bienestar.

Además, educan a los niños para que aprendan a equilibrar su vida. Les enseñan a meditar cada mañana 10 o 15 minutos. En cuanto al trabajo, se busca que la vida personal sea acompañada de lo profesional. Existen salas con cunas para que las madres puedan tener a sus hijos cerca y los puedan amamantar.

Nueva Zelanda asigna presupuestos para el bienestar

Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda mostró que la felicidad era importante para su país creando los presupuestos del “bienestar”. Éstas inversiones proyectan un modelo más humano y sostenible.

Dentro de sus prioridades está la lucha contra la pobreza infantil, la transición a una economía baja en emisiones, la salud mental de su población, entre otras causas.

“Salgo al campo con los bolsillos vacíos, nada de lo que me ofrece se puede comprar. El canto de los pájaros, el tránsito de las nubes, la brisa del mar y el aroma de las flores. ¿Cuánto vale esa inmensa sensación de paz y bienestar?”. Así piensa la primera ministra acerca de la felicidad de cada uno.

Y para ti, ¿dónde está la felicidad?