10 hábitos a los que tienes que renunciar para ser feliz

Mucho se dice de la importancia de generar buenos hábitos para tener grandes logros. Pero de lo que no se habla tan a menudo es de aquellos que nos alejan de la felicidad. Y es clarísimo: muchas veces son esas cosas que tenemos tan arraigadas las que nos impiden ser verdaderamente felices.

Por eso enumeraremos una serie de hábitos que son enemigos de tu felicidad y que deberías eliminar de tu vida hoy mismo.

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¿Piensas que eres capaz de hacerlo?

1. Deja de creer que la felicidad está en lo material

Aunque sabemos que no es así, en muchas ocasiones terminamos creyendo que nuestra felicidad se encuentra en las cosas materiales. Así, construimos nuestros anhelos alrededor de tener más dinero para comprar más cosas.

Es un cliché, pero no por eso es menos cierto: el dinero no compra la felicidad.

2. Olvídate del “debería”

En muchas ocasiones nos cargamos con presiones que no son nuestras. “Debería ser mejor en esto”, “debería aprender tal cosa”. La vida no nos obliga a nada, todo son elecciones. Si dejas de lado los “debería” y le das la bienvenida a los “deseo”, tal vez tu vida cambie poderosamente.

3. Deja de esperar que esa gran idea llegue a ti

Muchas veces el miedo a no ser suficientemente buenos nos lleva a seguir esperando el momento perfecto o la idea perfecta. Pero mira, si esa idea llega (cosa que es muy raro), seguro que llegará demasiado tarde.

La vida se disputa hoy, y no importa que no seas el mejor, sino que te pongas en acción.

Una mujer de frente al sol con flores y plantas de fondo

4. No te compares con los demás

Todos estamos acostumbrados a compararnos con otros. Pero al hacer esto, dejamos una parte enorme afuera: todo lo que las personas no quieren mostrar.

Tú eres único y tienes tu propio valor. No sabes lo que otros pasaron para llegar hasta donde están. Ni siquiera sabes si esa vida de ensueño es tal. Busca tu propio camino y deja de mirar el de los demás.

5. Deja de vivir en tu cabeza

Muchos tenemos el hábito de creer que estamos haciendo algo, cuando solo estamos pensando. Tranquilo, no estás solo. Sin embargo, la realidad es que la vida pasa por fuera de nuestra mente.

No está mal que te prepares ni que hagas buenos planes. Pero en algún momento, todo eso tiene que pasar a la acción. ¡No lo olvides!

6. No te rodees de negatividad

Nada más cierto que esto: si te rodeas de negatividad, esa energía se quedará en ti. Para verdaderamente encontrar tu camino, necesitas rodearte de personas que te contengan, que al menos no boicoteen tus logros. A veces, cortar las relaciones tóxicas puede ser difícil, pero es la única manera de soltar.

7. Deja de vivir en un tiempo que no sea el presente

Nostalgia eterna por lo que pasó o ansiedad extrema por lo que vendrá, son dos caras de la misma moneda. Te estás concentrando en un tiempo que no es el presente. Y la vida sucede hoy.

Está bien que mires para atrás en búsqueda de respuestas, y para adelante con esperanza. Pero el desafío más grande es aceptar lo que tienes y lo que te toca hoy. Solo desde allí podrás cambiar algo.

8. Deja de ser tan impaciente

Las cosas verdaderamente grandes no suceden de un día para otro. La verdad es que los cuentos de hadas son poco frecuentes. Detrás de todo éxito, hay mucho esfuerzo y cientos de fracasos.

Así que si quieres que tu vida de un giro, empieza a aceptar que tendrás que tener paciencia.

9. Deja de sentir culpa

La culpa es uno de los sentimientos que más impiden la felicidad. Culpa por haber hecho algo mal, o por haberlo hecho bien, cuando otros no pudieron. Siempre, de un modo u otro, te las apañas para sentir culpa por lo que estás haciendo y dejarlo a la mitad.

Mira, si quieres ser feliz, eso se tiene que acabar ahora. Tu felicidad cuenta y mucho, y debes entenderlo cuanto antes.

10. Deja de preocuparte por lo que piensan los demás

Nunca podrás conformar a todo el mundo. Esa es la realidad más universal. Y al final, con la única persona con la que deberás rendir cuentas es contigo mismo. Así que sal y haz aquello que te hace feliz y deja de preocuparte por el qué dirán. ¡Tú mandas en tu vida!

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