Si eres fanático de los fenómenos astronómicos, tu próxima cita de lluvia de estrellas será entre el 11 y 13 de agosto para ver las Perseidas. Conocidas también como las Lágrimas de San Lorenzo, el fenómeno alcanzará una intensidad que tendrá entre 50 y 100 meteoros por hora.

Si bien la lluvia de las Perseidas se puede disfrutar desde el pasado 17 de julio, lo cierto es que el mejor momento para verla llegará la noche del 11, con la Luna en fase menguante. En contraste, las Delta Acuáridas, que este año serán un poco menos visibles que otros por aparecer en su punto máximo dos días después haber tenido luna llena.

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CÓMO VER LAS PERSEIDAS

La lluvia de Perseidas es visible a simple vista, principalmente en el hemisferio norte. Simplemente basta con encontrar un lugar con poca luz y gran visibilidad del cielo, como lugares apartados de las luces de la ciudad aunque, teniendo en cuenta que este es un año particular, quizás eso no sea posible en algunos lugares.

Para ver la lluvia de estrellas de las Perseidas no es necesario ningún instrumento óptico como telescopios o prismáticos. Eso sí: un detalle a tener en cuenta es que para las personas del hemisferio sur va a ser más difícil observar el fenómeno, ya que por tratarse de Perseo, una constelación que se ubica en el cielo norte, dificulta su visibilidad para la mitad austral del mundo.

En concreto, tal y como indican desde el Instituto Geográfico Nacional, este año el momento exacto en el que habrá una mayor actividad de las Perseidas será entre las 15:00 horas y las 18:00 horas del día 12. Por otro lado, las Perseidas se emitirán en directo en el canal sky-live.tv, desde el Observatorio del Teide, en Tenerife.

El origen de las Perseidas

La radiante de las Perseidas se encuentra en la constelación de Perseo. Son pequeños granos de polvo que se desintegran en la atmósfera, a unos 100 kilómetros de altura sobre la superficie del planeta.

En la mayoría de los casos, una estrella fugaz se desintegra por completo en la atmósfera. Sin embargo, en ocasiones, una pequeña parte del fragmento puede llegar a la superficie convirtiéndose en un meteorito.

El fenómeno de las Lágrimas de San Lorenzo se conoce también con ese nombre por la proximidad del evento astronómico al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español que lleva ese nombre.

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