Se llama Walnut, la grulla que se enamoró de su cuidador. Una historia muy peculiar, que demuestra que las aves también pueden sentir empatía hacia las personas. No obstante, es un raro caso de estudio.

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Una historia surgida en el Instituto de Tecnología de Virginia

La grulla se llama Wallnut, siendo criada inicialmente en un zoológico. Por lo tanto, está acostumbrada al trato con humanos. No obstante, el inconveniente es que no tenido contacto con otras aves.

Lo antes dicho, ha hecho pensar en el fin de los zoológicos. Los animales pierden sus hábitos de vida naturales. Por ejemplo, esta grulla desarrolló una marcada hostilidad hacia otras aves de su misma especie con muy malos resultados.

Por ejemplo, Wallnut llegó a matar a grullas macho que intentaron aparearse. Asimismo, ha sido muy hostil con otras aves de su raza, siendo muy marcado su deseo de estar sola. Por eso, terminó siendo sacada del zoológico y llevada al instituto.

En el instituto de Virginia está en plena observación

Al ser tan agresiva, se llegó a plantear sacrificar a Wallnut. No obstante, se quiso darle otra oportunidad. En primera instancia, la grulla no tuvo problemas de su nuevo hogar ya que es la única en su especie.

Por otra parte, ha ocurrido algo bastante particular. La grulla esquiva cualquier contacto con otro ser vivo. Otros animales se acercan y ella escapa, o bien reacciona de manera bastante violenta. Algo que no puede evitar.

Sin embargo, parece llevarse muy bien con su cuidador. Se trata de un hombre llamado Chris Crowe, quien previamente había tenido experiencia cuidando lobos y osos. Ahora, protagoniza esta peculiar anécdota.

Lo que resulta extraño es que Wallnut incluso rehúye a otros seres humanos. Solamente acepta la cercanía de su cuidador. Se ha convertido en una grulla solitaria, pues solo consiente la presencia de Chris Crowe.

Se dice que esta grulla se ha enamorado de su cuidador. La verdad, el ave reacciona con bastante alegría cuando Chris Crowe se acerca. Ciertamente, pareciera que entre ambos ha surgido un peculiar nexo afectivo.

La necesidad de proteger a las aves en Norteamérica

Hace poco se supo la triste noticia: Estados Unidos declara extintas a 23 especies de animales. Precisamente, las grullas son animales en vía de extinción. Quedan muy pocos ejemplares en el mundo, siendo necesario cuidarlos.

Por otra parte, esta historia demuestra que la conducta animal cambia al estar en cautiverio. Es necesario que los seres vivos confinados tengan contacto con otros de su especie. De esa manera, se evitan estos inconvenientes.

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¿Qué te parece esta historia de la Grulla Wallnut? Es algo poco común, un ejemplo de que los animales también necesitan socializar entre ellos.

Fuente:

Ciencia y Biología