Con la vida tan agitada que  llevamos todos, hoy en día es común para algunas personas recurrir a suplementos alimenticios en vez de llevar una dieta saludable y equilibrada.  La toma de estos suplementos se hace cada vez más frecuente en partes del mundo como Europa.  

Hasta un 62% de la población Europea (países como Alemania, Países Bajos, Austria, Dinamarca y el Reino Unido) decide recurrir a la toma de suplementos alimenticios, ésto siendo más común en el norte que en el sur.  

Los preparados más famosos son los complejos vitamínicos y minerales.  A pesar de que los números suben, su consumo en Europa aún es menor que en Estados Unidos.  En Estados Unidos la toma de estos preparados  causa que más de 23.000 personas al año acaben en urgencias por efectos secundarios.  Sobre todo, de jóvenes de entre 20 y 34 años que los ingieren para aumentar la concentración y  energía. 


¿Pero ésto es  realmente necesario?  Estudios han demostrado que si llevamos un estilo de vida saludable y  dieta equilibrada, no lo es.
Nuestro cuerpo solamente necesita una dosis específica de vitaminas y minerales. Comiendo de todo y sobre todo una gran cantidad de frutas y verduras, legumbres, alimentos proteicos, huevos y cereales ricos en fibra tales como la pasta, el arroz o el pan integral, se llega a ese equilibrio. Y lo más importante, ¡beber mucha agua! De esta manera nuestro cuerpo recibirá todo lo que necesita, mientras que los sumplementos pueden causar efectos no deseados.

Los suplementos alimenticios pueden tener ventajas, pero cuando se consumen con indicación médica y conciencia. En países con escasa exposición a la luz UV como es el caso en los países de Europa del Norte que se recomienda tomar una dosis de Vitamina D, ya que un 50% de los europeos tienen niveles bajos de ella.

A mujeres embarazadas o antes de la concepción, en caso de estar planeando un embarazo, se las recomienda tomar ácido folico para prevenir enfermedades del bebé como la espina bífida, y en algunos casos se recomiendan otras vitaminas a mayores y niños con alguna condición específica; pero el consumo de estos suplementos no debería volverse habitual para la mayoría. 

En conclusión, solo se debe recurrir a suplementos alimenticios en caso de que sea totalmente necesario,  si es recomendado por los médicos y en dosis apropiadas. Pero para evitar necesitarlos,  ¡Es suficiente con llevar un estilo de vida saludable! por muy difícil que sea con las vidas agitadas que llevamos, es algo que vale la pena. 

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