En opinión de la ONU, el mundo debe restaurar un área del tamaño de China para ganarle a la crisis climática. Se afirma que semejante tarea es prácticamente imposible, lo que demuestra el grado de destrucción del ser humano.

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Los cálculos señalan que se deben restaurar 2,47 mil millones de acres

Y sucede que el territorio de China es de 2,371 millones de acres (equivalente a 9.597 millones de kilómetros cuadrados). Por lo tanto, se trata de una destrucción de envergadura, la cual

Para alcanzar los objetivos del calentamiento global, el mundo debe recrear un área de ecosistemas del tamaño de China, ya que los seres humanos utilizan 1,6 veces más recursos que pueden renovarse naturalmente cada año.

Todo esto se hace en medio de iniciativas de que buscan la reforestación de grandes zonas. Veamos algunos casos a continuación:

- En Brasil plantarán 1.700 millones de árboles en la mayor reforestación de la historia. Un plan ambicioso relacionado con la recuperación del Amazonas.

- También se sabe que plantarán 10 mil millones de árboles para restaurar los bosques de Paquistán. Un país que ha sufrido de serios ecocidios en tiempos recientes.

- En la ONU se discuten los alcances de la reforestación internacional, dejando en claro que se deben atender casos como los de la selva amazónica o África.

Vemos entonces que es un asunto medular, que levanta interés en la comunidad mundial. Por lo tanto, es necesario atenderlo.

Eliminar las 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero

La ONU también dijo que debemos prestar atención a nuestros océanos. Si se logran 350 millones de hectáreas de restauración de la tierra y el mar, entonces se daría el paso para recuperar la salud del planeta entero.

Todo esto se declara en medio del Decenio de Restauración de Ecosistemas de la ONU. A esto se añade que el sábado 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente. Es decir, hay un escenario que promueve este debate.

La destrucción de espacios verdes ha sido inmensa

Las plantas son las que convierten el CO2 en oxígeno. Por lo tanto, su escasez ha derivado en una atmósfera cargada de dióxido de carbono. Esto es el caldo de cultivo donde se genera el denominado efecto invernadero.

Es así como se esgrime la urgencia de reforestaciones. No obstante, estos trabajos serían de tamaño colosal. Es decir, se requiere de una gran inversión de tiempo y dinero para poderlos concretar.

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¿Era evitable esta situación? Pues, se requería frenar la destrucción de zonas verdes. No obstante, esta actividad se ha hecho sin contemplaciones, teniendo las consecuencias que ahora vemos.

Fuente:

UNILAD