Los bienes sociales o bienes públicos satisfacen necesidades colectivas. La definición más común indica que son bienes de uso colectivo que no admiten el principio de exclusión. Ejemplos de éstos pueden ser la seguridad nacional, los servicios públicos o el medio ambiente.

Según su definición, los bienes sociales deben estar disposición de toda la población, independientemente de lo que se pague o no por ellos. También se los llama bienes de consumo no rival, de consumo colectivo, de consumos conjuntos o indivisibles.

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¿Que son los bienes sociales?

La definición de bienes sociales proviene de la economía política. Éstos pueden satisfacer tanto necesidades sociales individuales como colectivas. Pueden ser generados por empresas o por el Estado.

Como tienen un coste marginal o nulo y no es posible excluir a nadie de ellos, pueden convertirse en monopolio legal estatal. A veces, cuando los gestionan empresas privadas, pueden representar un conflicto de intereses, por su naturaleza colectiva.

Tienen la particularidad de no poder comprarse ni venderse en ningún mercado y ser de uso colectivo. Todos los ciudadanos pueden disfrutarlos sin distinción y tienen la mismas calidad para todos.

Según su definición, los bienes sociales o bienes públicos, sin importar quién los suministre, deben cumplir ciertos requisitos:

  • Deben satisfacer necesidades de todos los ciudadanos.
  • No cumplen con el principio de exclusión que caracteriza a los bienes privados o bienes propios.
  • No existe rivalidad en su consumo, pueden ser usados por una persona sin reducir su disponibilidad para otra.
  • Lo más importante: generan un beneficio es colectivo, que puede calcularse en forma individual, aunque no todos lo percibirán de igual manera.
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Bienes sociales: ejemplos

La gestión estatal de estos bienes es una herencia épocas del Imperio Romano. Varios son ejemplos que aún perduran, como la gestión del agua o de los terrenos municipales.

Un ejemplo muy gráfico de la definición más tradicional es el sistema de defensa. Cuando hay un ataque a la soberanía nacional, y el Estado toma acciones, no puede elegir proteger a unos sí y otros no, porque resulta materialmente imposible.

Otro ejemplo son los servicios públicos. Si bien es cierto que si yo no pago la factura de luz, me cortarán el suministro en casa, la electricidad en la vía pública continúa funcionando y la disfrutamos todos.

Sin embargo, este tipo de bienes comprenden un problema de derechos más amplio. El acceso a una vida digna, al agua potable y a la alimentación, son derechos humanos. Por eso, las sociedades más igualitarias son las que le dan más importancia a estas formas colectivas de propiedad.

Los espacios naturales y el medio ambiente son otro ejemplo de bienes sociales. Esto implica respetarlos y considerarlos, generando, legislaciones y acciones que sean represivas respecto de su maltrato. Su existencia nos beneficia tanto a nosotros como a las futuras generaciones.

Esto supone pensar en términos de valores ambientales, se trata de tomar consciencia que nuestras acciones pueden privar de estos bienes sociales a otros. Porque todos disfrutamos y necesitamos clima, el agua, el oxígeno.

Un ejemplo claro es la postura que ha formulado la ONU respecto a las acciones a tomar contra el calentamiento global. En particular, respecto a la Península Mitre, que fue reconocida como uno de los humedales más importantes del mundo. Sería importante que se implemente en nuestro código civil la protección de ésta y otras áreas naturales esenciales, entendiéndolas jurídicamente como bienes sociales.

Pensar ciudades más sustentables, constituye otro ejemplo preservación. Por eso, acciones como buscar formas de financiar el cambio a energías renovables, debería ser una prioridad de Estado.

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Bienes sociales y bienes propios

Parece mentira que cueste tanto entender la definición de bienes sociales y su diferencia con los bienes propios. Los bienes propios son aquellos que adquirimos en forma privada y que, enajenados de la comunidad, sólo disfrutamos nosotros. Es similar al concepto de propiedad privada.

Un ejemplo de ''esta confusión'' de principios es el aumento en la pérdida de los humedales. Estos ecosistemas son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente, sin embargo algunas personas se creen sus propietarias, generando acciones destructivas para hacerse con ellos en busca del interés económico.

El cambio climático, los incendios intencionales, las deforestaciones, el rellenado de terrenos son algunas de las cosas que los están matando. Es urgente que tanto éstos como otros reservorios ambientales sean considerados bienes sociales y no como bienes propios.

Los bienes sociales y el código civil

Es importante llevar adelante acciones para que el código civil y otras legislaciones los garanticen como derechos. Una sociedad es más equitativa cuantos más bienes sociales tiene y dispone.


El código civil debe contemplar formas de penalizar a quienes nos privan cada día más de ellos. Cuando se trata de los ecosistemas, una vez destruidos es muy difícil recuperarlos. Así como todos nos beneficiamos de su existencia, su desaparición tampoco será excluyente.

Fuentes: Sosteniblepedia , Economipedia , El Blog Salmón