Ahora que la Navidad y Año Nuevo vinieron y se fueron, todos nos enfrentamos a una decisión: ¿qué hacer con nuestros adornos navideños? Si eres de los que los tira a la basura y compra más cada año, tienes que saber que le estás haciendo mucho daño al medio ambiente.

Algunos dejan los adornos hasta bien entrado enero y otros los desmontan apenas termina Navidad. Sin importar lo que hagas, es importante que los recicles, porque algunos de ellos pueden tardar hasta 200 años en degradarse, causando un fuerte impacto ambiental en el proceso.

La principal razón por la que tienen una vida tan larga es porque la mayoría están hechos de plástico, que puede tardar unos 60 años en descomponerse. Lo de más larga duración (más de dos siglos) están hechos de latón, cobre o aluminio.

Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir el impacto ambiental de los adornos? Según el dedicado grupo ambientalista Planet Ark de Sidney, Australia existen varias opciones. Lo mejor sería reutilizarlos en años siguientes o en su defecto intercambiarlos con amigos o familiares.

En caso de que debas deshacerte de ellos, lo que este grupo recomienda es que las luces no se depositen con el resto de la basura, lo mejor es separarlas para un posteriormente reciclaje con algunas empresas que se dedican a recibir metales o equipos electrónicos.

Con estos consejos, puedes contribuir a un mundo cada vez más libre de desechos plásticos, de los cuales se generan millones de toneladas cada año. Afortunadamente, están apareciendo algunas alternativas sustentables.

Empezando con pasos pequeños, tú también puedes ser parte del cambio.