Varios científicos descubrieron que los cometas tienen su propia aurora boreal. Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea han llegado a esta conclusión. Se trata de un nuevo conocimiento que nos permite develar más las fronteras y enigmas de nuestro universo.

Estas auroras son un fenómeno de índole eléctrica y magnética. En los planetas son muy evidentes, así como en las lunas. Pero en cometas nunca se había detectado. Al parecer, estas auroras son diferentes en un cometa, por eso no habían sido detectadas con anterioridad.

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Datos obtenidos del cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko

La información ha sido publicada en la revista Nature, en donde se exponen los resultados de un viaje realizado por la sonda Rosetta. Es así como se ha logrado captar datos de este cuerpo estelar, los cuales han sido estudiados con sumo detenimiento.

Se han detectado emisiones ultravioleta emitidas por el 67P. Además, tales hallazgos señalan que las partículas del sol chocan contra una capa de gas que bordea a este cometa. Es así como se desencadena una reacción que da lugar al aura eléctrica a la que hacemos referencia.

Auroras generadas por la acción de electrones y no de fotones

¡Es la conclusión a la que han llegado los científicos! Sucede que estas emisiones ultravioletas son auténticas auroras, aunque son desencadenadas por electrones. Ocurre que el viento solar rompe agua y otros elementos que se encuentran en el cometa.

Por el fenómeno antes indicado, aparece una luz muy peculiar. En la Tierra tales auroras son evidentes en los extremos norte y sur. También, se sabe que están presentes en Venus y en Júpiter. Algunos las consideran como el fenómeno celeste más hermoso que existe.

Lo anterior demuestra que aún falta mucho por saber de nuestro universo. Paulatinamente, los humanos han logrado ir entendiendo el sistema solar y las galaxias. No obstante, aún falta mucho por discernir y entender.

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Nuevos descubrimientos en el espacio exterior

Desde hace tiempo se ha comparado la aurora de Júpiter y de la Tierra. Las conclusiones demuestran que los cuerpos astrales tienen una envolvente magnética en derredor. Asimismo, se hizo el descubrimiento de agua en el planeta más habitable fuera del sistema solar. Todo indica que un día la humanidad podrá explorar el universo. Quizás, un día hasta podría asentarse en otro planeta.

Por ahora, el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko nos regala un nuevo descubrimiento: otra ventana para entender el espacio que nos rodea en la Tierra.

¿Hay auras de este tipo en otros cuerpos astrales? Esta y otras preguntas podemos responderlas con el paso del tiempo. Sin duda, es algo fascinante descubrir los pequeños acertijos del universo.

Fuentes:

Matador Network

Clarin

El confidencial