¿Eres una persona altamente sensitiva? Responde estas preguntas para averiguarlo

El concepto de Personas Altamente Sensitivas, también conocidas como Altamente Sensibles (PAS), fue acuñado por la psicóloga estadounidense Elaine Aron en 1975. La idea surge al ver que muchas personas tienen una emocionalidad diferente a la media, y, sin embargo, no tienen ningún problema psicológico.

Este tipo de personas son, en realidad, gente común y corriente, y no siempre son introvertidos. Sin embargo, enseguida se las reconoce por un rasgo: empatizan con su alrededor mucho más que la media.

Por eso, todo lo que pasa en su vida los afecta mucho, y entender que es una característica especial de personalidad puede ayudar a que sean más y mejor comprendidas.

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Personas Altamente Sensitivas: cuáles son sus características

Es posible que si hay una persona altamente sensible en tu entorno, la descubras enseguida. Te darás cuenta por cómo interactúa con su alrededor.

Es que estas personas tienen una súper sensibilidad al entorno. Por eso, son capaces de darse cuenta enseguida si alguien no se siente bien, por ejemplo. O si algo está mal en el ambiente.

Muchas veces se cree que son súper intuitivos, pero en realidad es que perciben pequeños cambios en el entorno que los demás no llegan a notar. Por eso también pueden ser especialmente sensibles a los estímulos.

Las luces intensas, los sonidos muy fuertes o las texturas ásperas sobre el cuerpo les molestan especialmente. Además, pueden sentirse incómodos en lugares con demasiada gente, y prefieren trabajar solos a hacerlo en equipo. Si les piden que hagan muchas cosas a la vez, pueden desbordarse.

Cómo saber si eres una Persona Altamente Sensitiva

Si leyendo lo anterior has pensado que quizá eres una PAS, puedes comprobarlo contestando algunas sencillas preguntas, especialmente armadas para ello.

Lee las siguientes afirmaciones y cuenta con cuántas te sientes identificado:

Me afecta el comportamiento de los demás.
Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno.
Suelo ser muy sensible al dolor.
En los días ajetreados, suelo tener necesidad de retirarme, de echarme en la cama, buscar una habitación en penumbra o cualquier otro lugar donde pueda encontrar algo de tranquilidad y alivio frente a la estimulación.
Soy particularmente sensible a los efectos de la cafeína.
Me abruman fácilmente las cosas como las luces brillantes, los olores fuertes, los tejidos bastos o las sirenas de policía o ambulancias.
Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo/a.
Tengo una vida interior rica y compleja, doy muchas vueltas a las cosas.
Me conmueven profundamente las artes o la música.
Soy muy concienzudo/a.
Me asusto con facilidad.
Me agobio cuando tengo muchas cosas que hacer en poco tiempo.
Cuando alguien se siente a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que hacer para hacerle sentir más cómodo (como cambiar la luz o los asientos).
Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
Me esfuerzo mucho por no cometer errores u olvidarme de algo.
Suelo evitar las películas violentas y las series violentas en la televisión.
Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
Los cambios en la vida me conmocionan (mudanzas, cambio de trabajo, separación, nacimiento, muerte…)
Suelo percibir y disfrutar de las buenas esencias, sabores, sonidos y obras de arte.
Para mí tiene mucha importancia disponer mi vida de modo que pueda evitarme situaciones perturbadoras o abrumadoras.
Cuando tengo que competir o al ser observado/a en la ejecución de una tarea, me pongo tan nervioso/a e inseguro/a que termino haciéndolo peor de lo que podría hacerlo.
Cuando era niño/a, mis padres o mis profesores me solían ver como una persona sensible o tímido/a.

Si te has sentido identificado con más de 15 afirmaciones, entonces hay muchas posibilidades de que seas una Persona Altamente Sensible.

Soy PAS: ¿Ahora qué?

¿Acabas de descubrir que eres altamente sensible? ¡Bien por ello! Lo mejor que puede pasarte es saber quién eres.

Pero ahora debes preguntarte qué se hace con esto. En realidad, lo más importante ya está hecho, que es saber que esa forma en la que te sientes habitualmente es simplemente un rasgo de tu personalidad y que no tiene nada de malo. No es una enfermedad ni tienes problemas psicológicos.

Ahora, debes aceptarlo sin culpas, y sin juzgarte. ¿Necesitas un momento para ti? No dudes en tomarlo. ¿No tienes ganas de asistir a ese evento donde habrá muchísima gente? ¡Pues no vayas!

Muchas veces las PAS se obligan a ir en contra de su naturaleza, porque sienten que no está bien. ¡Pero ser como eres es perfecto!

Así que solo queda que aprendas a cuidarte y a dejar fluir tu personalidad en todo su esplendor.

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