En la Argentina, las leyes de educación nacional 26.206 y la ley general de ambiente 25.675 ya reconocen el derecho a la educación ambiental. Sin embargo, aunque muchas provincias y municipios han avanzado con su propia legislación y programas en la materia, el país aún no cuenta con una ley que otorgue las herramientas necesarias para una implementación articulada en todo el territorio.

En este contexto, en los últimos veinte años, varios proyectos de ley de educación ambiental fueron presentados, aunque ninguno logró el consenso necesario para ser aprobado. Durante 2020 también se presentaron diversos proyectos de ley por parte de representantes de las diferentes fuerzas políticas, incluidos los Ministerios de Educación y Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y fue este último el proyecto que, sobre finales del mismo año, obtuvo el dictamen necesario para ser tratado en la primera sesión de Diputados del 2021.

[También te puede interesar: Argentina: la ley de Educación Ambiental obtuvo media sanción en Diputados.]

Luego del incontable trabajo de decenas de organizaciones de la sociedad civil junto a funcionarias y funcionarios públicos que se comprometieron a colocar el tema en agenda, y el apoyo de los cientos de ciudadanos y ciudadanas que se sumaron a la campaña #LeyDeEducacionAmbientalYA, la Cámara de Diputados de la Nación le dio en el mes de marzo media sanción al proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos para la Implementación de la Educación Ambiental en la República Argentina, con 215 votos afirmativos, 7 votos negativos y 18 abstenciones.

¿Por qué una ley nacional de educación ambiental?

En el marco de una crisis climática y ecológica que se agudiza cada vez más en todos los puntos del globo, contar con una ley de educación ambiental a nivel país será clave para:

- Formar ciudadanos y ciudadanas con los conocimientos, los valores, las actitudes, el interés y las aptitudes necesarias para proteger y mejorar el ambiente, promoviendo la adopción de una actitud crítica, que invite a cuestionar la relación entre la sociedad y la naturaleza, los conflictos ambientales, los sistemas productivos y los patrones de consumo, entre otras cuestiones.

- Brindar herramientas para la construcción de sociedades más justas, resilientes y sostenibles.

[También te puede interesar: Educación ambiental: llegó la hora de ponernos los anteojos verdes.]

0_shutterstock_627411842.jpg

- Incorporar la Educación Ambiental de manera transversal en la currícula educativa a través de un proceso continuo que involucre la incorporación de la mirada ambiental en todas las asignaturas, actividades y dinámicas escolares.

- Promover la participación ciudadana y la incorporación de múltiples perspectivas en su planificación e implementación.

Si querés saber más, te invitamos a recorrer el documento “Por qué una ley de educación ambiental: 10 razones para justificar su aprobación” de Eco House.