En tu plato: el Mercurio es el veneno invisible que comes sin saberlo. El mercurio es un metal presente de forma natural en el medio ambiente, pero también se libera por actividades humanas como la minería, la quema de carbón y la industria.

En el agua, se transforma en metilmercurio, una forma tóxica que se acumula en la cadena alimentaria acuática, especialmente en los peces más grandes y longevos.

¿Qué pescados tienen más mercurio?

No todos los pescados representan el mismo riesgo. Los que están en la cima de la cadena alimentaria suelen contener mayores concentraciones de metilmercurio. Entre los más contaminados se encuentran:

  • Atún (especialmente el rojo y el tipo "claro")
  • Pez espada
  • Tiburón
  • Lucio
  • Marlín

Estos peces acumulan mercurio a lo largo de su vida, y el metal se concentra más en su carne que en especies más pequeñas.

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especialmente peligroso para el sistema nervioso central. (Foto: Pinterest)
especialmente peligroso para el sistema nervioso central. (Foto: Pinterest)

¿Qué efectos tiene el mercurio en la salud?

El metilmercurio es especialmente peligroso para el sistema nervioso central. Sus efectos más críticos ocurren durante el desarrollo fetal y la infancia, pero también puede afectar a los adultos con exposición prolongada. Algunos de los riesgos más conocidos incluyen:

  1. Daño neurológico
  2. Problemas de memoria y atención
  3. Trastornos del desarrollo en bebés
  4. Aumento del riesgo cardiovascular

¿Qué dicen los últimos estudios?

En mayo de 2025, un equipo de científicos alertó sobre la presencia de mercurio en peces de agua dulce en América Latina, superando los límites establecidos por la OMS. Además, se están desarrollando probióticos diseñados para bloquear la absorción de mercurio en el intestino, una posible solución futura que aún se encuentra en fase experimental.

¿Cómo reducir el riesgo sin dejar de comer pescado?

Los expertos no recomiendan eliminar por completo el pescado de la dieta, ya que también aporta nutrientes esenciales como omega 3, yodo y proteínas de alta calidad. Lo importante es elegir bien y moderar el consumo:

Consejos:

  • Preferí pescados pequeños y de ciclo corto: sardina, caballa, salmón, merluza, anchoa.
  • Elegí productos “al natural” en lugar de conservas en aceite.
  • Evitá consumir grandes depredadores más de una vez por semana.
  • Durante el embarazo, lactancia o en la infancia, consultá con un médico o nutricionista.
  • Verificá etiquetas: el término "atún claro" puede referirse a variedades con más mercurio.