En Tierra del Fuego existe un conjunto importante de especies exóticas, especialmente mamíferos invasoras que fueron traídas por el hombre. Pero la especie que se destaca por su gran expansión y provocación es el perro asilvestrado. Estos son los perros que antiguamente fueron domesticados pero que se independizaron del hombre ya sea por su abandono o su escape.

En Tierra del Fuego, los perros se clasifican según su interacción con el hombre. Los perros completamente supervisados dependen del hombre para alimentarse, para refugio y reproducción. Los perros parcialmente supervisados pasan la mayor parte del tiempo afuera, sin refugio, y se relacionan con el hombre para ciertas cosas, como para el alimento. Los perros sin supervisión no tienen relación con el hombre, están afuera y se alimentan mayormente de la basura. Por último, los perros asilvestrados son aquellos sin vinculación humana, es decir, se los considera silvestres y ya no más domésticos.

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Los perros asilvestrados tienen un comportamiento esquivo, reservados y desconfiados. Más activos durante el amanecer y anochecer. Se mueven en manadas y tienen lugares de encuentro. Los perros que nacen de dos descendientes silvestres, ya son considerados asilvestrados ya que nunca van a poseer contacto con el hombre. Por otro lado, los perros domésticos sin supervisión se comienzan a alejar de los núcleos urbanos y se unen a los asilvestrados. Se estima que hay al menos 30.000 perros con este comportamiento.

Estos perros asilvestrados siguen siendo perros, pero existe el riesgo de que se conviertan en otra especie debido a que poseen otra vinculación con su hábitat y otro comportamiento muy diferente al perro doméstico.

El aumento de estos perros se ha convertido en un problema para la provincia de Tierra del Fuego. Tienen un impacto sobre la biodiversidad local ya que predan huevos y pichones, y acosan y depredan a guanacos y chulengos. También, al ser un depredador, compiten con el único depredador autóctono nativo, el zorro colorado.

Por otro lado, los perros asilvestrados han perjudicado gravemente a la producción de animales, especialmente las ovejas. El perro se ha convertido en un perro ordinario, donde acosa a las ovejas para jugar y para entretenerse. Es decir, que los hiere o los asesina no para alimentarse. Cuando la oveja se cansa porque está herida, el perro no lo mata, sino que pierde interés y se va.

Por ende, muchos campos de producción animal son abandonados, los cuales estos se convierten en reservorios para los perros. Esto disminuye la eficacia de manejo de los campos que no están abandonados porque incrementa la cantidad de perros en tierras cercanas. También, los productores intentaron cambiar la producción animal de ovejas a producción bovina, aunque igualmente se han evidenciado ataques a vacas por los perros.

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Perros asilvestrados acosando a ovejas en Tierra del Fuego

Los perros asilvestrados también afectan la vida social. ya que han habido casos en donde estos han mordido a personas. Los perros transmiten infecciones y parasitosis como la rabia, la brucelosis canina, la leptospirosis, la hidatidosis, la equinococosis quística, la toxocariasis, etc. En Tierra del Fuego, existe una ley provincial en donde los perros domésticos no se pueden asesinar, por ende hay pocas medidas que se pueden tomar para protegerse contra el perro asilvestrado.

Ignorando esta ley, algunas soluciones o precauciones que han implementado los productores son la instalación de alambrados eléctricos, como también la colocación de cebo tóxico, y la colocación de trampas y la caza. Pero la mejor herramienta fue el uso del perro protectores, donde estos protegen a los animales de producción. Esos son creados y modificados genéticamente para que cuiden el ganado, donde también se crían entre las ovejas.

Perro protector y ovejas en Tierra del Fuego
Uso del perro protector como herramienta contra los ataques de perros asilvestrados

En 2017, los perros asilvestrados fueron declarados como especie exótica invasora. Por ende, se lo considera como otra especie a la del perro doméstico, y no están más protegidos por la ley provincial que prohíbe la violencia o muerte a perros domésticos.

Igualmente, los pobladores de Tierra del Fuego creen que la muerte a estos perros no es la solución, sino más bien llevar a cabo un plan zoonótico para evitar la reproducción de perros, el abandono de perros por sus dueños, y así evitar que la población de perros asilvestrados aumente.

FUENTE:

La Nación