La chlorella habita en nuestro planeta desde hace más de dos millones de años y es conocida como la fuente de clorofila más grande que existe dentro de la naturaleza. Su nombre hace referencia a un conjunto de microalgas unicelulares, que comenzó a utilizarse a principios del siglo XX. Existen muchas especies diferentes de chlorella, siendo la chlorella vulgaris y la chlorella pyrenoidosa las más utilizadas en complementos dietéticos.

Vamos a ver una por una sus propiedades nutricionales y sus usos en la cosmética.

Es la mayor fuente de clorofila

No hay alimento que tenga más clorofila en su composición que la chlorella. La clorofila, en las plantas, participa activamente en la fotosíntesis y, en los humanos, tienen potentes efectos antioxidantes y depurativos. Con respecto a esto último, desde el año 1970, los japoneses utilizan esta alga para ayudar a evacuar metales pesados de organismos enfermos. Esto es posible gracias a la capacidad de esta microalga de unirse a toxinas y metales pesados y eliminarlos el cuerpo.

chlorella

¿De dónde proviene esta particularidad? La chlorella, a diferencia de otras microalgas verdes, posee una pared celular externa que actúa como un escudo protector contra agentes externos. Una vez ingerida, esta pared celular es capaz de adherirse a metales pesados, pesticidas, toxinas ayudando a depurar y desintoxicar al organismo. A su vez, esta pared funciona como fibra dietética, mejorando el peristaltismo intestinal y promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas.

Es rica en vitaminas y minerales

Es rica en betacaronetos, un potente antioxidante que protege la piel, los ojos y las mucosas. Posee además vitaminas del complejo B, vitamina C, E y K. Todo esto le confiere un poderoso poder antioxidante y un efecto protector contra numerosas enfermedades. Aporta, también, cantidades significativas de hierro y zinc (en mayor proporción) y magnesio y fósforo (en menor medida). Por otro lado, el hierro es fácilmente asimilable por el cuerpo gracias a que conjuntamente aporta vitamina C y clorofila.

Una particularidad de este superalimento es que, según las últimas investigaciones científicas, la chlorella contiene vitamina B12 asimilable por el organismo. Gracias a esto, puede ser utilizada en las dietas veganas y vegetarianas (que suelen ser deficitarias en vitamina B12) como suplemento nutricional. De todos modos, son necesarios aún más estudios para comprobar esto.

Se destaca también su contenido en luteína, un pigmento natural que protege los ojos de la formación de cataratas.

Es rica en proteínas

El extracto seco de chlorella a porta 58 gr de proteínas por cada 100 gr, lo que la convierte en un suplemento idea para deportistas, ya que ayuda a generar masa muscular y a reponer tejidos. Sus proteínas son de buena calidad biológica, conteniendo muchos de los aminoácidos esenciales.

Más beneficios para la salud

Algunos estudios sugieren que con el consumo de 5-10 gr diarios de chlorella podemos disminuir los valores de colesterol total, LDL (colesterol malo) y triglicéridos. Si a esto le sumamos su aporte en antioxidantes, la chlorella se convierte en un importante alimento con propiedades cardioprotectoras.

La cosmética también ha sabido aprovechar los beneficios de la chlorella y usarla en la elaboración de cremas antiarrugas, en productos refrescantes, emolientes y antiirritantes. Su uso ha demostrado que mejora el tono y la firmeza de la piel y ser útil para el tratamiento de afecciones dermatológicas como la psoriasis.

shutterstock_304513937

Posibles efectos adversos de su consumo

Si bien no existen contraindicaciones graves ni toxicidad por el consumo de chlorella, pueden presentarse algunas molestias, especialmente digestivas (náuseas, gases, malestar estomacal) pero que son comunes y con el tiempo alivian. También puede notarse un cambio en el color de las heces (que aparecen de color más verdoso). En todo caso, si los síntomas continúan es recomendable consultar con el médico.

Durante el embarazo y la lactancia conviene no consumirla, ya que no existen suficientes estudios que avalen su consumo.

Como muchas algas, la chlorella contiene yodo en su composición, por lo que las personas sensibles a este mineral deben ser precavidos a la hora de consumirla, ya que puede provocar alguna reacción alérgica.

Esto nos dice que la chlorella debe ser consumida en su justa medida, complementando nuestra dieta habitual. No se recomienda de ningún modo usarla como reemplazo de otros alimentos. Si la usamos en la dosis adecuada podremos disfrutar de sus muchos beneficios, sin producir ningún daño para nuestra salud.

¿Cómo conseguirla?

chlorella

Podemos conseguirla en polvo o cápsulas con mayor facilidad, aunque también vienen presentaciones líquidas. Sea cual sea su presentación, es importante asegurarnos que su cultivo se haya realizado en aguas limpias, libres de contaminantes y metales pesados.

Una vez que la adquirimos, podemos usarla como complemento nutricional añadiendo una cucharadita de té a un jugo de frutas, un licuado o batido o un aliño para ensaladas.

La dosis diaria más utilizada y asociada a efectos positivos es de 6 gr diarios, aunque por encima y por debajo de esta cifra también se reportaron efectos beneficiosos. De todos modos, debemos tener en cuenta que su dosis diaria depende de factores como el peso, la talla, el nivel de actividad física, la edad, el estado de salud general, por eso ante cualquier duda es conveniente consultar con un especialista.